Decía mi abuelita que nunca se sabe por dónde puede saltar la liebre.
Y si bien estoy convencido de que la posibilidad de que los Zombies se envalentonen y se nos vengan al humo de forma masiva es realmente poca, nunca está de más saber qué hacer ante esa eventualidad.
Por eso, Max Brooks, el autor de World War Z (que ya reseñé hace un tiempo) escribió la Guía de Supervicencia contra los Zombies.
Llena de datos útiles para combatir el apocalipsis zombie, Brooks nos cuenta con lujo de detalles las ventajas de la simple barreta contra un fusil de asalto, el cuidado especial que hay que tener con el zombie bajo el agua (viene caminando por el fondo y te da vuelta el bote, el muy huacho), algunas técnicas de lucha mano a mano cuando la cosa se pone muy complicada y un compendio de registros de ataques zombies que van desde la edad media a la actualidad
Y una nota de color para quedar bien en un cocktail de sobrevivientes mientras los muertos en vida intentan entrar a tu refugio y repartís Traviatas con jamón del diablo entre los invitados (después de todo es el fin del mundo como lo conocemos y saladitos, no va a haber): el término zombie todos sabemos que viene del creole hatiano, pero a esas tierras llegó con los esclavos de la actual Angola, que hablaban el idioma kimbundú y para referise a los muertos vivientes, utilizaban la expresión nzumbé. Y de nzumbé a zombié (recuérdese la pronunciación afrancesada), un solo paso.
Si te gustan las de G. Romero y te gustó World War Z, entrale a The Zombie Survival Guide sin temor. Pero con respeto, que después de todo, el tema es serio.