Brian Eno, a quién en varias oportunidades califiqué de gurú extraordinaire y es uno de mis héroes personales, habló siempre de lo que él llamó la “música generativa“, esto es, la idea de comprar las “semillas” de un compositor, algo así como su ADN musical y dejar que un sistema (PC, Ipod, llámenlo como quieran) se encargara de recomponerlo en infinitas versiones aleatorias.
Muy cerca de ese concepto estaba un software llamado Koan (ya dejó de existir y en su versión actual se llama Noatikl), y dándole vueltas a la idea, me encontré de casualidad con un software llamado Noodle Heaven.
Si fuéramos crueles, diríamos que es un mixer “on acid“, pero en realidad es un herramienta poderosísima que permite actuar con el sonido de una manera visual, gráfica… casi corpórea.
Estuve alucinando durante casi dos horas hasta que se me ocurrió ver quién lo había desarrollado. La sorpresa no fue menor cuando descubrí que era la gente de Real World, de Peter Gabriel.
Eno, Gabriel…. sólo faltan Ryuichi Sakamoto y David Byrne y ya podemos poner los fideos (fideos… noodle heaven… ¿se entiende?).
Fuente: Noodle Heaven