Pinchando burbujas con cumbia


Hay una frase de un libro de Brian Eno, que siempre me pareció brillante (como no, con lo Enofilo que soy). Dice lo siguiente:Traducción: “Lo que sea que hoy se encuentre como raro, feo, incómodo o desagradable de un nuevo medio, seguramente se transformará en su firma. La distorción del CD, la vibración del video digital, el mal sonido de los 8-bits, todo esto será  apreciado y emulado tan pronto como pueda ser evitado”.

Con esto en la cabeza es que no me sorprendió ver crecer cada vez una tendencia: la gente que escucha música utilizando el parlante del celular.
En una primera instancia pensé que era una forma de compartir, una versión de poco alcance de los “boom-box” de los comienzos de los 80’s.  Pero sin embargo, empecé a ver a gente que -estando sola- también llevaba el celular con el volumen a tope con música que usualmente era cumbia, reaggeton o algún ritmo similar.
¿Por qué este comportamiento? Si con un par de auriculares tendría una mejor experiencia de audio y de hecho, escucharían “más fuerte”, ¿por qué elegir dispersar el sonido haciendo que se distorsione? ¿Cual era el quid pro quo de “propagar” el consumo en lugar de hacerlo individual?
Me pregunté si no habría alguien más que hubiera notado este comportamiento en Buenos Aires y para mi sorpresa descubrí:

En resumen, el fenómeno no es local: es mundial. Pero esto no respondía a la pregunta original. ¿Por qué? ¿Es lo que decía Don Eno al comienzo, que tan pronto como los auriculares de buena calidad son baratos y permiten el consumo de música individual rapidamente se “aprecia” el sonido de una radio Spika que sale del altavoz manos libres de un teléfono celular?
En un libro llamado “The Cultural study of Music“, el sociólogo y crítico de rock Simon Frith (como se puede ser tan canchero de ser sociólogo Y ADEMÁS crítico de rock, se me escapa), tiene una teoría:

Music and Everyday Life - Simon FrithTraducción: “Porque hoy la música puede ser usada como para delimitar un territorio privado es que también puede ser utilizada como para “invadirlo”; porque hoy la música está profundamente implicada en la proyección de persona es que puede ser mal utilizada y porque hoy la música está tan ampliamente utilizada como una herramienta emocional es que su mal uso nos resulta genuinamente molesto”.

Me viene a la cabeza un comercial de Sony Walkman donde todo el mundo iba por la vida como adentro de una burbuja:

Dos momentos me parecen fundamentales: en el segundo 0:10 vemos como un chica que estaba en su burbuja, le pone un auricular en la oreja a su pareja, y luego se besan en una nueva burbuja, pero que esta vez los cubre a los dos. A los 0:17 segundos, vemos a un adolescente, que se aisla en su burbuja de la -que parece- sería una pelea a los gritos entre sus padres. El tag line del comercial no puede ser más claro: Walkman. No hay un mejor lugar.
Resumiendo: mis auriculares, mi música, mi espacio, mi burbuja.

Es así que entonces, de la misma manera que puedo crear una “cápsula” que me rodea, puedo crear un “armadura pinchuda” como la formación de tortuga de las legiones romanas, que no solamente me permiten crear un espacio personal, sino que tendría una segunda función: invadir el espacio del otro. Dicho de otra manera: pincharle la burbuja al que está cerca. Tomá: ¡plop!

Y esta es, en resumen, la explicación que más me cierra. No es casual que toda la gente que haya visto escuchando música desde el parlantito del celu sean NSE C3, D1 y D2. ¿De qué otra manera se puede “tener” algo cuando no se tiene nada? Las últimas movidas de ocupación demuestran un paradigma. Y -de alguna forma- la conquista del espacio no sólo se logra ocupando un parque, sino a un nivel sutil de conquista auditiva. Y ojo que no estoy haciendo con esto un juicio social, sino que es la explicación que se me ocurrió a un fenómeno que me resultaba muy pero muy intrigante.
¿Teorías en contrario? ¿A favor, en contra? ¿No? ¿Nada?
Nos vemos en el post que viene.

Posted in Lenguaje y comunicación, Móviles | 1 Comment

One Response to Pinchando burbujas con cumbia

  1. Territorialidad is the answer…
    Que es, junto con la sexualidad, lo más profundo que tenemos en el “Complejo-R” del cerebro, la parte interior e insondable, en la que nos parecemos a los reptiles.

    Buen post.

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